A lo largo del día, acumulamos tensiones y nos vamos agarrotando. Esto, unido a una vida marcada por el sedentarismo, pasa factura traduciéndose en contracturas musculares y rigidez articular.
¿Qué es el Stretching?
Stretching es una palabra inglesa que significa “estiramiento”, por tanto, esta disciplina se basa en un tipo de gimnasia suave destinada a relajar, flexionar y estirar todo nuestro cuerpo, y no sólo la musculatura, sino también articulaciones, ligamentos, etc.
Las clases se centran en realizar los ejercicios de estiramiento de forma suave, progresivamente, para ir mejorando la flexibilidad poco a poco, y todo ello en medio de un ambiente relajado. Es preciso concentrarse en la postura y respiración.
Entre los principales beneficios del Stretching se encuentran:
– Mejora de la flexibilidad.
– Mejora del tono muscular.
– Mejora del equilibrio.
– Disminución de los dolores articulares y musculares.
– Corrección de la postura corporal.
– Mantenimiento de una columna vertebral sana, flexible y bien alineada.
¿Para quién está recomendado practicar Stretching?
Cualquiera puede beneficiarse de la práctica del Stretching, pero puede resultar especialmente apropiado para:
– Personas con problemas de espalda debido a contracturas causadas por vicios posturales.
– Personas con estrés.
– Personas que desean mejorar su alineación postural.
– Personas que desean mejorar su flexibilidad.
– Deportistas de otras disciplinas que, de este modo, pueden evitar las lesiones provocadas por estiramientos deficientes.
– De igual modo, puede ser de utilidad para deportistas lesionados, como parte del proceso de rehabilitación antes de volver a iniciar su actividad deportiva habitual.
– Es una actividad apropiada para aquellos que han decidido comenzar a practicar ejercicio físico. Al ser una gimnasia suave que fortalece y tonifica todo el cuerpo sin riesgo de lesiones, es ideal para comenzar a ponerse en forma, y si se quiere, después podrá combinarse con algún otro tipo de ejercicio más intenso.